«Podemos sentirnos genuinamente preocupados por las condiciones del mundo, aunque tal preocupación debería llevarnos a la acción, y no a una depresión»
K. Horney, Auto-Análisis
*El SER PREOCUPADO y sus VALORES. Se puede decir que el humano se distinga especialmente como un ser preocupado, alguien con capacidad para anticiparse en general, y en particular respecto a su propio quehacer. Los humanos invertimos tiempo y esfuerzo, puede que los occidentales demasiado, en ocuparnos de nuestros asuntos futuros; pero también es cierto que nuestras preocupaciones nos definen, nos sitúan respecto al mundo y los demás, de tal modo que otra forma que tendríamos de denominar a las preocupaciones (de uno) sería como (sus) valores. Las preocupaciones (o valores) de cualquier humano, todas, serían positivamente ‘humanas’, por definición, de tal modo que no podríamos decir que algo que preocupa a otro, a nosotros no nos preocupe nada: más bien sería que a uno le preocuparía algo menos, o más, que a otro, de tal forma que lo apropiado sería hablar en términos de escala de valores.
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